Infierno 95 parte final



-Estuve deambulando por las calles de Buenos Aires toda esa noche, tratando de esconderme en algún lugar hasta que encontré un rincón oscuro donde dejé caer mi cuerpo exhausto y dolido, cuando podía encontraba las fuerzas para buscar algún taxi pero ninguno se paró a recogerme.

-¿Y qué pasó después?

-Me quedé ahí hasta el amanecer, caminé hacia el hotel donde Carlos y yo nos habiamos hospedado, tenían mi registro, mis maletas y todo lo demás, mi esposa me había buscado esos dos días como loca, estaba con la abuela. Ella no dijo nada de a donde me había ido, y cuando me vio me abrazó como nunca y no me hizo ninguna pregunta. Lo único que salió de su boca fue: "Nunca te vuelvas a ir o me desaparezco de tu vida".

-¿Te volviste a ir?

-Nunca, desde esa ultima salida ya no quise irme de su lado, era demasiado sufrimiento para ella verme hacer mi trabajo, así que me dediqué a otras cosas, mas tranquilas-

- Tengo una pregunta para ti, la última porque quien sabe si se me pueda volver a dar la oportunidad de concretar una entrevista contigo otra vez.

-Sí, pregúntame lo que quieras...

- El hombre, desde tu perspectiva...¿Puede seguir siendo humano después de haber descendido a tales profundidades?

-El hombre que conoce lo más inhumano vive dividido dentro de sí, separado de los demás, habita con los sentimientos más sensible y dulces pero aún así puede pasarse a lo extremadamente duro, violento y cruel... -hizo una larga pausa y suspiró como anhelando el pasado- más preguntas?

- No. Son todas las preguntas, muchísimas gracias.

Esa noche el señor se guardó los lentes en su portafolio, sacó un sobre que le entregó a su entrevistador y se retiró. El entrevistador abrió el sobre, dentro de él había un boleto de avión a Buenos Aires, un papel viejo y arrugado con instrucciones detalladas para llegar a la entrada, así mismo  un pase de entrada al Infierno 95. 

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